La RFEN ha publicado recientemente las marcas mínimas de acceso para los Campeonatos Nacionales de la temporada 2025-2026 y, bueno, han causado revuelo. Son... interesantes. Muchos clubs y su gente han alzado la voz en contra de los cambios, pidiendo que se reconsideren. Mi intención es comprobar en qué se basa exactamente el cambio, medir su magnitud, contrastar las explicaciones ofrecidas y, a partir de ahí, formarme una opinión.

El cambio y su magnitud

En primer lugar conviene destacar la forma. El documento de Aspectos Generales de la RFEN para esta temoprada dice así:

3. MARCAS MINIMAS

3.1 Las marcas mínimas de participación podrán acreditarse en piscina de 25 o 50 metros, en aquellas competiciones en las que sea requerido para realizar la inscripción.

3.2 Será obligatorio que el nadador/a se inscriba con el mejor tiempo realizado en el tipo de piscina donde se compita (25 o 50 metros), dentro del periodo exigido, siempre y cuando éste sea igual o inferior a la marca mínima de participación.

3.3 Se denominarán marcas mínimas “A” las referidas en el tipo de piscina (25 o 50 mts.) donde se realiza la competición.

3.4 Se denominarán marcas mínimas “B” las referidas en distinto tipo de piscina (25 o 50 mts.) donde se realiza la competición.

En principio este cambio no debería tener gran significancia. Básicamente deja las cosas como estaban, técnicamente eliminando la tabla de conversiones pero estableciendo una equivalencia implícita entre piscinas de distinto tipo. El modo en que se establecen estas equivalencias no solo determina quién accede o no a los campeonatos, sino que también refleja qué tipo de rendimiento se prioriza en la natación española. A primera vista yo podría incluso considerarlo un avance ya que abre la puerta a que esa conversión oculta sea diferente para cada categoría, algo que me parecería lógico.

Para futuras referencias aquí está la última tabla de conversiones, igual para cualquier grupo de edad:

El problema ha venido cuando hemos visto esas conversiones ocultas para la temporada 2025-2026. Esta tabla muestra las mínimas absolutas de la temporada 2024-2025 y las de la 2025-2026, con el cambio absoluto y porcentual de la conversión/diferencia entre piscinas y lo que han evolucionado las mínimas en piscina de 50 y en piscina de 25.

Por curiosidad he completado la misma tabla para la categoría Alevín de 12 años, los más jóvenes con nacional, y aunque más atenuada también se aprecia la misma tendencia (incremento de la dificultad para la piscina de 25):



Pienso que hay algo innegable: en general estas nuevas mínimas son MUCHO más difíciles de conseguir en piscina de 25 que en piscina de 50

El problema es que la mayoría de la natación española no tiene acceso habitual a piscina de 50 metros. En muchas provincias ni siquiera existe una, y a menudo resulta complicado no solo entrenar, sino incluso competir en ellas.

En la práctica esta medida corre el riesgo de agrandar la brecha entre quienes ya cuentan con recursos y quienes no. Al exigir resultados en condiciones que muchos clubes no pueden reproducir, se desincentiva el esfuerzo de quienes, desde entornos más modestos, intentan competir dignamente. Creo sinceramente que este cambio puede acabar funcionando como un filtro social y geográfico que limita el acceso al alto nivel a los mismos de siempre.

Justificación y contraargumentos

Ante el revuelo que ha causado la Dirección Técnica de Natación y Aguas Abiertas ha enviado una nota a los Directores Técnicos explicando su razonamiento:

Con relación a los cambios en las marcas mínimas de acceso a los Campeonatos de España para la temporada 2025-2026, la Dirección Técnica quiere ampliar la explicación sobre las razones del cambio para su conocimiento general:

  1. En primer lugar, se pretende priorizar que en el acceso a los Campeonatos de España los deportistas acrediten la marca mínima en el mismo tipo de piscina donde se celebra la competición (Mínima A). Para ello, se realiza el cálculo de las mínimas siguiendo el análisis habitual de participación y de nivel en los rankings nacionales, y se establece para ellas la denominación de Mínimas A.

  2. En segundo lugar, y como medida para permitir el acceso general a los Campeonatos de España, se establece una Mínima B, que corresponde a marcas acreditadas en el tipo de piscina en el que no se celebra la competición. Dicha Mínima B cumple la función de permitir la entrada al campeonato a deportistas que, por ejemplo, tienen dificultades para acceder a piscina de 50m. Para ello, se calcula la equivalencia en puntos AQUA de la Mínima A y se realiza un pequeño ajuste final por categorías de edad.

La principal consecuencia de pasar a utilizar la equivalencia de puntos AQUA entre diferentes tipos de piscina, dejando de utilizar la tabla de conversiones, es que las Mínimas B en piscina de 25 metros (para campeonatos que se celebrarán en piscina de 50 metros) se han endurecido respecto a años anteriores. La utilización de conversiones entre los tiempos de 25 y 50 metros equiparaba niveles de rendimiento que representaban puntuaciones AQUA muy distintas y se basaba en criterios discutibles desde un punto de vista técnico.

Sin embargo, la filosofía de la Dirección Técnica en este cambio de normativa no busca endurecer "per se" las mínimas de acceso en piscina de 25 metros. El proceso de elaboración de mínimas no parte de aplicar a los tiempos de la temporada pasada un porcentaje de mayor dificultad. Lo que se busca es establecer dos premisas técnicas muy claras:

  1. El rendimiento en piscina de 25 y 50 metros son dos disciplinas absolutamente diferentes.

  2. Establecer una referencia (más allá del estándar internacional de puntos AQUA) que equipare el rendimiento en diferente tipo de piscina es engañoso.

De hecho, el cambio que se produce en las Mínimas B en piscina de 25 metros revela una problemática que estaba latente con el uso de las conversiones y es que sobreestimaban el nivel real de las marcas en piscina de 25 metros. Dicha sobreestimación permitía disimular, además, una debilidad histórica en la natación española, como es el pobre nivel medio en las habilidades de salidas, virajes y nado subacuático (que directamente afectan de manera relevante al rendimiento en piscina de 25 metros). Este es un aspecto que, desde el punto de vista técnico y sobre todo en las categorías de edad, debemos atajar y en el que debemos evolucionar de manera importante.

Obviamente, la Dirección Técnica entiende que la aplicación de estos cambios puede suponer un proceso incómodo y que va a modificar nuestra manera de enfocar el entrenamiento en algunos aspectos. Sin embargo, como no puede ser de otra manera, nos comprometemos a evaluar el resultado de los cambios propuestos y a realizar los ajustes si fuesen necesarios en el futuro.

Wow. Vale. Vamos a desempaquetarlo. Personalmente no me convence por estos motivos:

1. “Dicha Mínima B cumple la función de permitir la entrada al campeonato a deportistas que, por ejemplo, tienen dificultades para acceder a piscina de 50m.”

No, qué va a cumplir. Lo que hace es aparentar inclusividad. Ojalá me equivoque pero estas marcas son tan exigentes que para la mayoría de deportistas la vía que debía de servirles de acceso se va a convertir en un muro. Tengo dificultades para imaginar mucha gente capaz de hacer alguna mínima B que no tenga ya la A o posibilidad de hacerla, consiguiendo nada de forma efectiva.


2. “Para ello, se calcula la equivalencia en puntos AQUA de la Mínima A y se realiza un pequeño ajuste final por categorías de edad.”

¿Qué ajuste? ¿Por qué? Por poner un ejemplo rápido la mínima nacional Absoluta de 50 libres masculino representa 673 puntos AQUA segúna la tabla de la World Aquatics para 2025. La equivalencia en puntos en piscina de 25 es 22.70, sin embargo la mínima es 22.45. Casualmente el ajuste ha perjudicado al nadador de corta

Para los alevines y otras categorías, ¿se usan las mismas tablas? La mejora no es lineal, pienso que no tendría sentido. Quizás tendría más lógica usar las tablas calculadas a partir del record del mundo de la edad correspondiente, en vez del absoluto. En cualquier caso para el 50 libres alevín masculino la mínima representa 302 puntos AQUA, con una equivalencia en corta de 29.66. Sorpresa, la mínima es 28.70, un segundo menos. De nuevo el ajuste perjudica gravemente al nadador de piscina de 25.

No entiendo cómo se calcula. Ni siquiera se parecen a las marcas equivalentes en puntuación. El ajuste es muy significativo.


3. “La principal consequencia [...] es que las Mínimas B en piscina de 25 metros [...] se han endurecido respecto a años anteriores. [...] la fiolsofía de la Dirección Técnica [...] no busca endurecer "per se" las mínimas de acceso en piscina de 25m.”

Cito textualmente: "se pretende priorizar que en el acceso a los Campeonatos de España los deportistas acrediten la marca mínima en el mismo tipo de piscina donde se celebra la competición". También se reconoce en este texto que se han dificultado las mínimas en piscina de 25m.

Si no se buscaba endurecer las mínimas de acceso en piscina de 25m con esta nueva metodología, ¿cómo exactamente se pretendía priorizar las marcas en piscina de 50? Porque no hay ningún otro cambio, nada más que pueda influir. La realidad, asumiendo que el cambio deseado sea tan inocente como el que se expresa y no algo más profundo, es que la forma de conseguirlo ha sido triturar las marcas de 25. No se ha aplicado ningún otro plan ni ningún otro recurso relevante que realmente pueda cambiar algo. No será la filosofía pero se han aceptado los daños colaterales con conocimiento.


4. “La utilización de conversiones entre los tiempos de 25m y 50m [...] se basaba en criterios discutibles desde un punto de vista técnico. ... Establecer una referencia (más allá del estándar internacional de puntos AQUA) que equipare el rendimiento en diferente tipo de piscinas es engañoso.”

Los puntos AQUA son engañosos. De hecho estoy bastante seguro de que estadísticamente tablas de conversión para diferentes edades, niveles, pruebas y sexos proporcionan una mejor base, pues entran en juego miles de observaciones durante tanto tiempo como se quiera, incluso tal vez ponderando exponencialmente para primar las últimas temporadas frente a las más antiguas.

Para calcular los puntos AQUA se utilizan lo que se llama tiempos base. Se definen cada año de acuerdo al récord del mundo correspondiente al 31 de diciembre. Es una metodología extremadamente frágil porque usa muy poca información (una observación, un tiempo), no tiene fundamento teórico

Asume que los récords del mundo representan el mismo nivel de dificultad, pero eso no es así y puedo demostrarlo de una forma bastante obvia: en 2009 los récords del mundo de Paul Biedermann en 200 libres y de Christian Sprenger en 200 braza representaban ambos 1000 puntos AQUA (el valor de un WR). Desde entonces la marca de Sprenger ha sido batida más de 50 veces. La de Biedermann sigue siendo el récord del mundo. Además la fórmula solo tiene en cuenta esa marca, poquísima información. Para que se entienda mejor imagina una marca de 1.45 en 200 libres masculino. En 2009 suponía 916 puntos, y hoy también ya que el WR no ha cambiado, sin embargo hoy en día es mucho menos impresionante que entonces. Los puntos AQUA no tienen en cuenta la mejora de los nadadores más allá del mejor resultado, y por eso un valor extraordinario (como el de Bierdermann) puede alterar profundamente la prueba y los cálculos obtenidos a partir de la misma.

Existen modelos de distribuciones de probabilidad, como el de Gomes y Enriques-Rodrigues (2019) que utiliza los mejores 100 resultados de la historia en cada prueba que pueden servir de alternativa y tienen mucho más fundamento. Los AQUA points están, por decirlo así, sacados de la manga.


5. “El rendimiento en piscina de 25m y 50m son dos disciplinas absolutamente diferentes.”

Curioso como a la Dirección Técnica de Natación y Aguas Abiertas le parece apropiado aceptar mínimas logradas en cualquiera de los dos tipos de piscinas (con conversiones más fáciles) para el nacional de aguas abiertas, a pesar de esta sí ser una modalidad verdaderamente distinta. Me resulta difícil no ver cierta incoherencia en este doble criterio: si se acepta la equivalencia entre piscina y aguas abiertas, con sus diferencias radicales, ¿porque se complica la vida a la natación de piscina corta frente a la larga? Las cuestiones técnicas parecen poco convincentes teniendo en cuenta las consecuencias.

Además, decir que las piscinas de 25 y 50 metros son “absolutamente diferentes” quizá sea una exageración. Distintas, sí, pero no excluyentes. La realidad de este país es que muchas provincias ni siquiera cuentan con una piscina olímpica y entrenar o competir en una es un lujo. Establecer normas que ignoran esa realidad es, cuanto menos, desconectado. La RFEN no es la Federación Española de Natación en Piscina de 50 metros: su responsabilidad es representar a todos los nadadores, no solo a quienes tienen acceso a esas condiciones ideales.


6. “[...] las conversiones [...]sobreestimaban el nivel real de las marcas en piscina de 25m. [...] permitían disimular, además, una debilidad histórica en la natación española como es el pobre nivel medio en las habilidades de salidas, virajes y nado subacuático [...].”

¿Fuente? ¿Cómo sobreestimaban? ¿Cuánto? Tengo problemas para no entender esta propuesta como nuevas tablas de conversión. Son, literalmente, tablas de conversión diferentes para cada campeonato. ¿En qué son mejores que la que teníamos? Son más altas, eso sí. ¿Estamos seguros de no infraestimar ahora? Antes disimulaba "debilidades históricas" y ahora vamos a dificultar el acceso a muchos nadadores a los campeonatos. ¿Cómo se ha calculado el nivel en esas habilidades deficientes de nuestros nadadores? ¿Cuál es la muestra? ¿Los atletas Olímpicos? ¿Mundialistas? ¿Todos los participantes en nacionales?

A mi me da la impresión de que veremos justificados estos cambios con métricas del estilo "los subacuáticos han mejorado un x%". Pero es fácil si seleccionas quién cuenta para calcularlo. Vamos a subir la media a base de recortar la parte baja, es como presumir de altura tras echar a los bajitos. 


7. “[...] nos comprometemos a evaluar el resultado de los cambios  propuestos y a realizar los ajustes si fuesen necesarios en un futuro.”

Pediría KPIs, métricas específicas, valores actulaes y objetivos que se pretendan alcanzar. Si decís comprometeros, hacedlo. Participación, cambios en la participación territorial, número de clubs representados, porcentáje de acceso con las diferentes mínimas, satisfacción de clubes o entrenadores... solo algunas ideas. Si no se define el cómo, el cuándo y los criterios no es un compromiso, estáis pidiendo un acto de fe a quienes están más afectados. 


Conclusión

Yo no me creo las explicaciones. En mi opinión hay una intención detrás más allá de la deportiva. Este cambio no va a elevar el nivel de la natación española, va a concentrarlo. No solo se redefinen los criterios de acceso, sino el mapa de la natación nacional. Los clubes con recursos, acceso regular a piscina de 50 metros y estructura fuerte apenas notarán el cambio. Lo mismo para los centros nacionales de entrenamiento. Puede que incluso mejoren, pues saldrán ganando en la comparación y ficharán de los humildes prometiendo lo que los otros no pueden dar y es cada vez más valioso.

Nadadores que antes podían aspirar a clasificarse ahora quedarán fuera, entrenadores que hacían milagros con lo que tenían verán cómo su trabajo se desvaloriza, comunidades enteras perderán referentes y motivación, jóvenes deportistas abandonarán antes de tiempo, clubs pequeños perderán visibilidad, patrocinio y financiación, profesionales con talento abandonarán al no poder acceder al nivel competitivo al que aspiran...

Un deporte de comunidad, será, cada vez más, un deporte de élite centralizada.

Si se continúa por este camino, el país tendrá campeonatos con menos nadadores y menos diversidad. Y cuando eso ocurra, los grandes se quedarán sin la base que los sostiene. No se puede construir una natación fuerte podando sus raíces.

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