La presión por romper límites a cualquier coste es una constante en la historia del ser humano. Se ha manifestado en la exploración de territorios desconocidos, en la ciencia, el arte... y por supuesto en el deporte. Yo no diría que esta necesidad de trascender, del progreso sin límites, es mala en sí misma. Es lo que nos ha llevado a curar enfermedades, a explorar el espacio o a crear arte sublime. Pero cuando se desconecta de la ética, del cuidado y de la responsabilidad colectiva se convierte en una amenaza. 

En el deporte esa amenaza adopta hoy la forma de los Enhanced Games. ¿Hasta dónde podemos, y debemos, llegar?


¿Qué son los Enhanced Games?

Los EG se autodefinen como "el futuro del deporte". Se presentan como una alternativa radical a los Juegos Olímpicos: una competición internacional donde no existen controles antidopaje y en la que los atletas pueden utilizar libremente sustancias, métodos y tecnologías prohibidos para los atletas convencionales para mejorar su rendimiento. Proponen que estas medidas no solo sean legales, sino bienvenidas.

Los promotores de los EG parten de esta premisa: el dopaje ya existe, los controles son imperfectos y gran parte del deporte de élite opera en una zona gris. ¿No sería, entonces, más honesto dejar de fingir? Si la ciencia médica puede ayudarnos a superar enfermedades y extender la vida, ¿por qué no permitir que también potencie el rendimiento físico? Aspiran a crear un espacio donde la libertad individual, la transparencia científica y la innovación sin restricciones sustituyan al viejo ideal olímpico del esfuerzo natural y la igualdad bajo reglas comunes. Y a ganar muchísimo dinero. Al menos en algo coinciden con el COI. 

¿Quién impulsa este proyecto? Muchas veces es algo que da que pensar. Silicon Valley, ideología libertaria y populismo conservador.

  • Aron D'Souza: Fundador y presidente. Abogado y empresario. Se declara libertario y defensor a ultranza de la autonomía personal de los atletas. En su opinión "los atletas son adultos… y tienen derecho a hacer con su cuerpo lo que deseen: mi cuerpo, mi elección; tu cuerpo, tu elección... Ningún gobierno ni federación deportiva paternalista debería tomar esas decisiones por los atletas, especialmente tratándose de productos aprobados y regulados por la FDA". Señala que el COI es "corrupto y codicioso" y tilda a la Agencia Mundial Antidopaje de "fuerza policial anticientífica".
  • Peter Thiel: Inversor principal. Billonario. Cofundador de PayPal y inversor en Facebook. Aliado de Trump y su movimiento MAGA. Cree en el progreso sin restricciones.
  • Christian Angermayer: Cofundador. Inversor alemán en biotecnología y longevidad. 
  • Donald Trump Jr.: Inversor. Nada más que añadir, Señoría.
  • Balaji Srinivasan: Inversor en cripto, salud y biotecnología.

¿Por qué hablo de esto ahora?

Durante el último año he visto noticias o menciones de los EG en varias ocasiones. A menudo el tono es de asombro, incluso de entusiasmo. El último ha sido en referencia a Kristian Gkolomeev nadando en 20.89 el 50 libres, "mejorando" los 20.91 de Cielo, vigente Récord del Mundo desde 2009. Gkolomeev fue quinto en Paris 2024, pero ahora ha ganado un premio de un millón de dólares por esto.

Personalmente me ha llamado mucho la atención cómo en Reddit existe un sector grande de usuarios que muestra un apoyo desconectado de las consecuencias. Muchos de estos comentarios se limitan a celebrar el "espectáculo", la curiosidad de ver "hasta dónde puede llegar el cuerpo humano", o la supuesta honestidad de competir sin hipocresía.

Justamente esto me ha motivado a escribir este artículo: creo que puedo ofrecer otro punto de vista, algo un poco más crítico que ayude a ampliar la conversación. Pienso que detrás de la emoción por los récords y la libertad sin límites hay un problema más complejo, y si esto sirve, aunque sea mínimamente, para que alguien se detenga a pensar lo que realmente implica esta propuesta para los atletas, el deporte y para todos nosotros como sociedad, entonces habrá cumplido su objetivo.

¿A qué coste?

A primera vista los argumentos detrás de los EG pueden parecer cohererntes, incluso atractivos: transparencia, libertad individual, avances científicos y honestidad frente a un sistema supuestamente hipócrita. Oh sí, tiene todo lo que me gusta. El problema es que no resiste el análisis si examinas la lógica de fondo: muchas de las ideas que pretenden justificar los EG se sostienen sobre falacias, verdades a medias y razonamientos peligrosamente simplificados.

  • El argumento principal de que el "el dopaje ya existe" y que "muchos lo hacen" parte de una falacia conocida como apelación de la práctica común. Que sea frecuente no lo hace aceptable ni ético. Que algo suceda de forma clandestina no implica que debamos normalizarlo. El dopaje existe, sí, igual que la corrupción o el racismo. Lo que se necesita es mejorar los sistemas de control. Convertir un problema en norma no es honestidad, es renuncia.
  • Otro argumento es que la medicina deportiva debe ser usada para mejorar el rendimiento (ya lo es) porque se usa para mejorar la salud y la vida. ¿Hasta qué punto? Esto es una falsa analogía. Tratar una enfermedad no es lo mismo que doparse para rendir más. No todo lo que la ciencia puede hacer debería necesariamente hacerse en un entorno competitivo.
  • Este argumento me fascina. La "libertad individual" como justificación. ¿Seguro? Me dopo o no me dopo, mi elección, una falsa dicotomía. Se presenta la elección abierta entre doparse o no como si ambas fueran igual de viables. Si el dopaje se normaliza los atletas que no quieran poner en riesgo su salud verán reducidas sus opciones reales de competir. El "libre dopaje" es una forma de coacción estructural. ¿Cuánto pasará hasta que un joven atleta sienta que debe recurrir a esto para tener una mínima posibilidad? No hay libertad cuando la única forma de competir es poner tu salud en riesgo. Llamar a eso libertad es no entender lo que es la libertad real. O es, peor aún, fingir que no se entiende.
  • "No hay hipocresía, todo se hace a la vista". La transparencia no convierte una práctica peligrosa o injusta en algo éticamente válido. Si mañana legalizáramos la explotación infantil pero exigiéramos que las empresas lo informen claramente, ¿sería eso progreso? 
  • "Todos los deportistas pueden hacerlo, sigue siendo justo". Seamos serios, esto ni siquiera pasa en el deporte convencional. El que tiene mejor acceso a ciudades grandes, mejor tecnología y mayor inversión tiene una ventaja competitiva. El acceso al dopaje no será igualitario tampoco. Habría atletas más dopados que otros. Esto solo añade una capa más al montón de desigualdades.

Los EG no se sostienen, pero aun así cautivan. Tienen un envoltorio llamativo. Es importante examinar los efectos que puede tener esta propuesta sobre la salud, la cultura del deporte y la sociedad en general, porque no estamos hablando solo de una competición, esto puede ir más allá. Podemos correr muchos riesgos.

Un mensaje que creo que transmite es el "todo vale, mientras ganes". Personalmente no creo que esta idea se quede en la élite. Es tentador. Se filtrará al deporte amateur, a las escuelas, a los clubs... ¿Cómo evitamos que un deportista joven crea que esta es la única vía posible? ¿Existen acaso otras opciones si esto se normaliza? En este escenario los riesgos se multiplican. No dudo que Gkolomeev haya tenido ayuda profesional guiándolo, pero esto no será la norma. No todo el mundo tendrá la supervisión médica adecuada y esto se traduce en problemas de salud, carga para el sistema de salud público y recursos destinados a tratar complicaciones derivadas por la nueva cultura deportiva. Que nadie se confunda, las sustancias y métodos (no son solo productos) prohibidos no están prohibidos para que las farmacéuticas ganen menos dinero. Habrá muertos.

Algunos fármacos podrían volverse menos accesibles para quienes realmente los necesitan. Podrían encarecerse o incluso desaparecer del mercado por su uso MASIVO popular hacia el rendimiento deportivo. Ya ha pasado antes. También se abre la puerta al uso competitivo de tecnologías con efectos a largo plazo aún desconocidos, como el dopaje genético. 

Seguramente hay riesgos que no he alcanzado a imaginar, y tal vez también haya ventajas que merecen ser discutidas y yo no he visto. Pero aquí es donde estoy ahora. Me preocupa profundamente la idea de que permitir, promocionar, el uso de sustancias para rendir más equivale, en el fondo, a validar que el valor del atleta, o incluso de la persona, depende exclusivamente de su rendimiento. Me molesta la facilidad con la que se acepta una cultura que, en nombre de la libertad, acaba subordinando la autonomía individual a una exigencia constante de estar a la altura. En lugar de liberar, el dopaje normalizado oprime.

No apoyes los Enhanced Games. No consumas su contenido. Alza la voz cuando te hablen de ello.


Gracias por leer hasta aquí. Espero que te haya resultado interesante.

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